Publicado en Enterarse
La última semana el
virus hizo su jugada maestra, propagándose a América y África, ganando más
terreno en Europa que ahora es el nuevo epicentro, y despidiéndose de Asia, especialmente
de China y Corea del Sur. El virus, ahora pandemia, está en su reinado, que
durará menos de lo que piensa si los gobiernos, bancos centrales y la
ciudadanía no se confían y actúan drásticamente.
Foto: Reuters
Foto: Reuters
A la fecha, el
virus, ahora declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), supera
los 180 mil casos de contagio a nivel global y afecta a 155 países.
Monitoreo del coronavirus a nivel global
Actualizado hasta el 16-03-2020
Fuente: The Center for Systems Science and Engineering at Johns Hopkins
University
Luego de casi dos
meses en cuarentena[1], los
datos sugieren que en China ya se alcanzó el pico porque el número de nuevos
casos es ínfimo cada día, argumento que se refuerza con la visita que realizó
el presidente chino Xi Jinping a Wuhan, el epicentro de la epidemia, y por los
anuncios de que la actividad industrial en China se reanudará.
Para ejemplificar
este punto, el gigante Apple anunció que cerrará sus tiendas en todo el mundo y
reanudará sus operaciones en China luego de un largo descanso por las medidas
de cuarentena en el gigante asiático.
El virus va dejando
China, que era la preocupación mundial y su industria reabrirá, pero los
contagios fuera de China vienen creciendo con rapidez en Europa, y propagándose
en todo América y África donde no se registraba contagios significativos hace
poco más de una semana.
En particular la
fuerte expansión en Italia, y los avances en España, Alemania y Francia
advierten que el nuevo epicentro es Europa. Esto supone un cambio brusco en la
perspectiva de los países y en las estrategias de respuesta de las autoridades
a nivel mundial, dado que muchos gobiernos están adoptando medidas de
confinamiento, cierre de fronteras y muchas otras acciones para reducir la
curva de contagio a niveles controlables.
Los retos de los
bancos centrales
Con este nuevo
reto, a nivel global, las grandes respuestas de emergencia en materia económica
en la última semana vinieron, principalmente, por parte de los bancos
centrales. En el gráfico de abajo, las áreas de color rosado hacen referencia
bancos centrales que vienen tomando decisiones como recortes de tipos de
interés para hacer frente al coronavirus.
Los objetivos de estos
bancos son diversos, pero en general buscan preservar la estabilidad de la
economía y de los mercados financieros en tiempos de pánico, factor clave para
que la crisis sanitaria no se convierta en una crisis económica o una recesión
global.
El principal canal
de la política monetaria es el tipo de interés de referencia, que es un tipo de
interés que aplica para préstamos entre bancos comerciales y el banco central.
La idea es que, si los bancos comerciales pueden prestarse dinero del banco
central a menor tipo de interés, estos podrán prestar a menores tasas a las
empresas y a las familias. Pero ese no es el único canal de la política
monetaria, los bancos centrales tienen todo un arsenal de herramientas que
apuntan al mismo objetivo, mantener la estabilidad de las economías.
El miércoles pasado,
el Banco de Inglaterra anunció el recorte de 50 puntos básicos en sus tipos de
interés de referencia, niveles mínimos históricos, que ahora se ubican en 0,25%
y también el gobierno de Reino Unido anunció un plan económico de 35.000
millones de euros para hacer frente a la crisis.
El jueves, Lagarde,
jefa del Banco Central Europeo sorprendió al mercado al no hacer recorte en los
tipos de interés, pero aumentó el programa de compra de bonos[2]
por 120.000 millones este año, agregando nuevas inyecciones de liquidez y
presionando a los gobiernos europeos a utilizar la política fiscal frente al
virus.
El mismo día,
Powel, jefe de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos, realizó una acción
sorpresiva con la inyección de 1,5 billones de dólares a la economía
norteamericana. Esta inyección significa que la Fed busca, al igual que el
efecto de la bajada de tipos de interés, abaratar el costo de financiamiento de
los bancos comerciales.
Aun cuando estas
medidas son fuertes e inesperadas, los mercados financieros, piezas claves en el
escenario global, ya solo responden a miedos y emociones bruscas por la
declaratoria de pandemia al virus, y la fuerte expansión fuera de China.
Un claro ejemplo
del pánico es la montaña rusa en la que ahora se encuentran las bolsas de
valores del mundo, que tuvieron caídas mayores al 10% en la semana que pasó, caídas
muy elevados que solo pueden compararse con los episodios de la crisis
financiera del 2008. Tal fue el pánico en las bolsas que el índice
norteamericano S&P 500, el índice de referencia mundial, tuvo que suspender
la cotización 15 minutos por hundirse más de un 7% en su apertura el día
jueves.
A todo esto, este
último domingo la Fed volvió a sorprender al mercado recortando nuevamente sus
tipos de interés de referencia en 100 puntos básicos pasando de 1% a 0%, y
reanudando su programa de compra de bonos por 700.000 millones de dólares. Esta
nueva medida está coordinada con los principales bancos centrales del mundo
como el Banco de Canadá, Japón, Inglaterra y el Banco Central Europeo.
No será sorpresa
que los días siguientes se anuncien nuevas medidas, y seguramente serán complementadas
por la política fiscal, de parte de los gobiernos para atacar por diferentes
frentes al virus que mantiene en jaque al mundo por casi dos meses.
Resumen:
El nuevo epicentro
del virus es Europa, con énfasis en Italia y España.
Los principales bancos centrales vienen utilizando su artillería pesada para estabilizar la economía global y los mercados financieros.
[2] La cuarentena en Wuhan empezó el jueves 23 de enero del 2020.