El Sol se oculta en Japón

Publicado en Enterarse

Japón es la tercera economía más poderosa del planeta, la cuna de la electrónica y de la tecnología. Sin embargo, los datos indican que el país nipón se enfrentará por cuarta vez en los últimos diez años a una recesión, por problemas propios y por el COVID-19.
Imagen: Reuters

Cuando uno observa a Japón saltan muchos contrastes. Por un lado, este país tiene la mayor esperanza de vida (84 años) a nivel mundial y es el quinto país con mayor inversión en Investigación y Desarrollo que alcanza el 3.20% de Producto Bruto Interno (PBI). Además, Japón es uno de los principales acreedores del mundo y tiene la cuarta bolsa de valores más grande del planeta.

En contraste, Japón es la imagen de un país desarrollado que lleva estancado económicamente desde 1990, sumado al envejecimiento de su población (los mayores de 65 años representan el 28% de japoneses). A estas características se añade la sorprendente deuda del país nipón que alcanza el 240% de su PBI.

Además, la coyuntura advierte el ingreso del país a su cuarta recesión en diez años, pero esta vez por factores propios y por el COVID-19. Veamos algunos datos al respecto.

En el siguiente gráfico se aprecia la evolución del PBI trimestral japonés desde el 2012, donde vemos periodos críticos en 2012 y 2015. Si nos situamos en el último trimestre del 2019, notaremos que la actividad económica cayó a niveles de -1.6%, por lo que el país nipón ya preocupaba fuertemente a fines del año pasado. Este desempeño se atribuye al alza de los impuestos sobre el consumo del 8% al 10% en octubre del 2019, la débil demanda mundial y el impacto del tifón en el último trimestre.

Las perspectivas para el primer trimestre del 2020 eran similares, por lo que cuando una economía acumula dos trimestres negativos se dice entra a una fase llamada recesión. Ahora bien, la pandemia del Covid-19 no solo dejó claro el escenario de recesión en dicho país, sino que puso en cuidados intensivos a su economía para todo el 2020.


¿Qué se viene?

Volvamos al 2020 y repasemos brevemente la estrategia de Japón en el plano sanitario y económico. Si bien Japón es conocido por ser uno de los países que mejor viene controlando la pandemia, no puede cantar victoria con los 8,600 casos confirmados y 178 fallecidos hasta la fecha. Por lo que el 7 de abril se declaró estado de emergencia en 7 ciudades, pero ahora la medida se ha extendido a todo el país.

De acuerdo con el policy tracker del FMI, el plan fiscal de Japón es por 108.2 billones de yenes que equivalen al 20% del PBI. Este paquete incluye medidas preventivas de propagación del virus (0.5% del PBI), protección del empleo y de las empresas (15.5% del PBI), medidas para la fase de recuperación (1.6% del PBI), fortalecimiento de la estructura económica (3% del PBI) y mejoras en la prevención para el futuro (0.3%).

Aun así, Japón no verá el Sol este año. El FMI señala que Japón tendrá una caída de 5.2% en su PBI anual y se impulsará con un 3% en 2021, nada descabellado cuando vemos que las economías avanzadas caerán un 6.1% este año y rebotarán un 4.5% el 20211.

Con todo lo mencionado Japón está enfrascado en una difícil situación que arrastra desde fines del 2019 y, quizás, el COVID-19 es el tiro de gracia inesperado que oscurecerá a Japón en 2020, pero que, al mismo tiempo, obligará a reformular su estrategia económica para los años venideros.

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